Como niño, no tenías mucha voz ni voto en
la mayoría de las cosas que pasaban; tus padres tomaban decisiones casi
de todo, desde el cereal del desayuno hasta la pijama que usabas en la
noche. Y eso no es malo, al contrario, los niños necesitan protección y
ayuda porque todavía no están lo suficiente maduros para cuidar de si
mismos y de tomar decisiones pensadas sobre si mismo.
Pero con el tiempo, los niños crecen y se
convierten en adolescentes. Y parte del ser adolescente es el desarrollo
de su propia identidad, la cual es diferente de la de sus padres. Es
completamente normal que los adolescentes se formen su propia opinión,
pensamientos y valores acerca de la vida; esto es lo que los prepara
para la adultez, es más, ser adolescente significa probar, y ver con que
me identifico mejor, o que puedo hacer mío. Algunos padres han olvidado
que esto también les paso a ellos, algunos días nos levantamos y no nos
gustamos, otros, simplemente no me identifico y esto genera estrés en
los padres quienes ya están del lado donde las cosas se prefieren
estáticas.
En la mayoría de las familias, es este
ajuste el que puede causar muchas peleas entre los adolescentes y los
padres. Quieres llenar tus paredes de posters y ellos no entienden por
qué ya no te gusta el decorado que había. Tú crees que está bien irte
con tus amigos todos los días al centro comercial a pasear mientras
ellos preferirían que estuvieras estudiando o tomando algún deporte o
clase.
Choques como estos son comunes entre
padres y adolescentes, te enojas porque sientes que tus padres no te
respetan y no te dan tu espacio para hacer lo que quieras; y los padres
se enojan porque no están acostumbrados a no tener el control y porque
no están de acuerdo con tus decisiones.
Es muy fácil lastimar los sentimientos
cuando hay conflictos de este tipo. Y hay situaciones más complicadas
como el tipo de amigos que tienes, o tu actitud sobre las fiestas, etc.
que pueden causar peleas mayores porque tus padres siempre intentarán
protegerte y mantenerte seguro sin importar tu edad.
En la mayoría de los casos, las peleas
irán disminuyendo a medida que los padres se vayan adaptando y
acostumbrando a la idea de que su hijo adolescente tiene el derecho de
tener opiniones y una identidad que es diferente a la de ellos.
Puede tomar algunos años para que los padres y adolescentes se ajusten a
estos nuevos roles. Mientras tanto, es importante que te concentres en
comunicarte y negociar con tus padres de la mejor forma que puedas. A
veces esto puede parecer imposible, como si ellos no ven realmente tu
punto de vista o nunca lo harán. Pero el hablar y expresar tus opiniones
puede ayudar a ganar más respeto de tus padres, y podrás realizar
compromisos que a todos los tenga contentos. Por ejemplo, si limpias tu
cuarto bien podrás quedarte una hora mas tarde en la fiesta, así tanto
tú como tus padres habrán realizado un buen trato. Siempre dentro del
trato ambas partes tienen que estar satisfechas y haber también cedido
en algo.
Si crees que te cuesta trabajo el
comunicarte con tus padres o ellos no están de acuerdo en negociar
contigo, siempre puedes sugerir la ayuda de alguien profesional, como un
psicólogo, que los enseñe a detectar cuales son los problemas de
comunicación que están teniendo y los ayude con estrategias sencillas a
mejorar y les enseñe a negociar, incluso ponemos a tu disposición
nuestros apoyos a distancia, y basta con escribirnos para ayudarte a
establecer una solución a los conflictos.
Mtra. Psic. Gabriela Gpe. Téllez S.
Psicofisiologa y terapeuta conductual
Rev. 01/02/12
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