sábado, 4 de diciembre de 2010


¿Cómo evitar un error común de los padres?


¡Todos los niños desean que les presten atención!

Los seres humanos por naturaleza estamos diseñados para desear y apreciar la atención de los demás, podemos decir que la atención por sí misma es un estímulo. Sin embargo, para los niños es más una cuestión de supervivencia; cualquier cría separada de su madre, será presa fácil de un depredador…

De modo que si un patito pierde a su mamá, éste gaznará literalmente hasta quedar exhausto. Igual ocurre con los niños, de ahí que intenten atraer la atención de sus padres, no importando si es atención positiva o negativa. La atención positiva es cuando los padres elogian y premian las acciones deseables de sus hijos. No obstante, a falta de elogios y premios, los niños prefieren que les griten o los corrijan en lugar de ser ignorados (atención negativa). Los niños quieren ser queridos y apreciados por sus padres.

Desgraciadamente, a menudo los padres se sienten agobiados y tensos por las demandas cotidianas, olvidando premiar a los pequeños cuando ellos no crean ningún problema y se desempeñan adecuadamente. No obstante, cuando sus hijos hacen algo mal, dedican toda su atención. Y por lo tanto, parecería que los niños deben portarse mal para atraer la atención de sus padres. Es posible que cause sorpresa descubrir que los padres tienen la costumbre de fijarse sólo en lo que los hijos hacen mal y criticarles por eso.

Para evitar este error, es indispensable que los padres aprendan a identificar las conductas deseables de sus hijos y premiarlas con su atención y aprobación. Las conductas deseables son todos los comportamientos adecuados, que favorecen en el niño un desarrollo emocional y social óptimo. Por ejemplo, saludar, recoger los juguetes, comer con propiedad, realizar tareas escolares, etc.

Parece un consejo simple, sin embargo requiere un esfuerzo considerable el hecho de estar atento a esas conductas positivas y premiarlas. Algunas estrategias para fomentar esas conductas deseadas en los pequeños pueden ser:

Reafirmar en los niños un logro: los padres debe estimular los esfuerzos de los pequeños durante el proceso de acción o inmediatamente después de que ocurra la conducta a estimular. Dejarlo para después, hace perder la eficacia a la estimulación. Se pueden utilizar palmaditas, caricias de aprobación, sonrisas, frases amables como “que bien estás haciendo tu letra”, “gracias por cerrar la puerta”, “estás haciendo tu tarea, me da mucho gusto”. Nota importante: Los elogios deben dirigirse a conductas específicas. Por ejemplo es más efectivo decir “Gracias por guardar tus juguetes” que “Hoy te portaste bien”.

Estimular una conducta positiva con base en los gustos de los niños: se deben tomar en cuenta las particularidades de cada pequeño, es decir, gustos e intereses; por ejemplo, para algunos pequeños resulta gratificante pasar tiempo con los padres, a otros les resulta más atractivo un dulce ó bien otros preferirán caricias cálidas de acercamiento.

¡Cuidado! Antes de pedirles a los niños una tarea, es importante observarlos para conocer si tienen la destreza de llevarla a cabo. En ocasiones, el niño sencillamente no tiene la capacidad de realizar una tarea o bien, ignora cómo hacerla. En este caso ¿qué podemos hacer? Es muy importante identificar aquellas habilidades que posee el niño antes de pedirle que realice una actividad; con la finalidad de garantizar que la petición puede llevarse a cabo. Por ejemplo, si queremos que un niño aprenda a escribir, antes tiene que saber tomar el lápiz, realizar trazos y líneas, etc.

Cuando los padres observan que el niño cuenta con habilidades previas, por ejemplo para tender la cama, los padres deben enseñarle cómo hacerlo y posteriormente pedirles a sus hijos que lo intenten, es muy posible que el niño no logre realizar la tarea al 100% y dejen tal vez las cobijas en una mala posición. Lo importante es elogiarlos por sus esfuerzos y decirles “mañana tienen otra oportunidad para colocar en correcta posición las cobijas” y nuevamente demostrarles cómo se hace. Después de algunos intentos, los niños lograran realizar la actividad. Como podemos observar en el ejemplo anterior es posible premiarlos por los pasos que realiza para acercarse a su meta.

En otras ocasiones, los padres deben aprender a premiar la ausencia de las conductas negativas. En otras palabras, si un niño se comporta de forma inadecuada, los padres deberán felicitarlo cuando no se esté comportando de ese modo. Por ejemplo, si el niño usualmente trata de llamar la atención mientras los padres están hablando por teléfono, los padres deben encontrar el momento adecuado (cuando el niño esté entretenido en otra actividad) para hacerles saber que están contentos porque en esta ocasión no se presentó esa conducta de “molestar” mientras se habla por teléfono. Recuerden, “El modo más efectivo de estimular a un niño para que se porte bien y que abandone las conductas indeseables, es ocuparse de que reciba toda nuestra atención cuando se comporta correctamente”. Los padres tienen la posibilidad de elegir entre destacar una conducta positiva y premiarla u ocuparse esencialmente de los comportamientos conflictivos, pero hay que recordar que esta atención negativa, sólo estimula el sentimiento de vergüenza y fracaso en los hijos.

Por:

Lic. Karina Zamora Muñoz

Rev. 04/12/2010

Bibliografía:

Dr. Kevin Steede. Los 10 errores más comunes de los padres. Cómo evitarlos. Editorial Edaf.

Julio César Leal Durán y Paula Stone Bender. La rebelión de los adolescentes. Capítulo 2. Centrarse en lo positivo. Editorial McGraw-Hill.

Martina Morell. Psicología y Bienestar.

Guevara B. Yolanda, Ortega S. Patricia y Plantarce C. Patricia. Psicología Conductual. UNAM.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Hay niño ya no puedo mas contigo….


La puerta del maltrato es la incapacidad de controlar al hijo.

Cuántos de nosotros nos hemos enfrentado a esta situación?, o cuantas veces nos hemos sentido como padre o madre incapaces de controlar anuestro hijo (a)?, y cuántas veces nos hemos sentido derrotados incluso con la sensación de que lo hemos tratado todo y no da resultado?, yo creo que todos como padres llegamos a tocar estas sensaciones de incapacidad y frustración, los cuales son los primeros elementos del establecimiento de una carrera al maltrato, no solo hacia al niño (a), sino a nuestra pareja, a nuestra familia y a nosotros mismos.

Primero analicemos que significa el maltrato infantil y su clasificación para poder entender el fenómeno de aplicar prácticas de crianza coercitivas. El maltrato se define como la condición creada por el responsable de brindar los cuidados y protección infantil en donde somete al niño (a) a una experiencia de sufrimiento excesivo que da como resultado un daño físico o alteración de su desarrollo. También es considerado maltrato cuando los tutores o padres no proporcionan los ingredientes esenciales para el desarrollo físico, personal, intelectual o emocional. Ambas partes de la definición se encuentran medidos bajos los estándares sociales permitidos (Azar, Fantuzzo, & Twentyman, 1984; Bousha & Twentyman, 1984; Douglas & Besharov, 1981). Dicho en otras palabras, maltrato es cuando descuidamos a nuestros hijos, o los sometemos a castigos físicos y abuso psicológico mas haya de lo permitido por los parámetros socialmente aceptables. Para poder ejemplificar este ultima frase, daremos un ejemplo entre México y Estados Unidos. Si un policía en estados unidos ve que un padre o madre le da una nalgada a un niño, inmediatamente es detenido, al niño se le somete a custodia temporal por parte del estado y una demanda es iniciada por una investigación de como el niño (a) es criado en la familia. Este mismo ejemplo lo vemos en algún centro comercial en México y no pasa a mayores el incidente. Otro ejemplo es cuando un papá en estados unidos se baja a un centro comercial para dejar una película y deja a su niño en el coche, digamos que el niño se encuentra dormido; si un policía detecta esto y pasa mas de 3 minutos, automáticamente detiene al papá, retiran al niño de su custodia y se inicia una investigación, pero si esto pasa en México, otros estándares son aplicados.

Para entender el maltrato como fenómeno, lo debemos dividir en secciones, ya que podemos encontrar el abuso físico, el abuso psicológico, sexual y la negligencia (Fantuzzo, 1990), y cada uno tiene sus definiciones y ambigüedades, quizá el que menos tenga es el referente al abuso sexual. Como este artículo trata sobre las prácticas de crianza, nos centraremos básicamente al abuso físico y al psicológico.

En muchas investigaciones sobre el maltrato infantil, en particular el abuso físico y el psicológico, hablan de que las prácticas de como criamos y corregimos a nuestros hijos se encuentran delimitadas socialmente, y la intensidad de ellas, entran en la aceptabilidad social o en el rechazo y repudio, y cuando estas se encuentran en el segundo rubro es cuando podemos hablar de un maltrato como tal, así que determinar un parámetro para identificar quien realiza prácticas de maltrato, solo podrán ser determinadas por las leyes del país, y las connotaciones sociales que su práctica tengan (Burgess & Conger, 1978), sin embargo si existe un común denominador en la literatura, que es la reacción del niño ante estas prácticas disciplinarias.

Una práctica disciplinaria es la forma en que el papá o la mamá usan para poder corregir a su hijo (Lorber, Felton, & Reid, 1984) y mantener el control del mismo en ambientes sociales. Estas prácticas pueden ser positivas o negativas, sin embargo la mas usada y conocida sería el comúnmente llamado castigo, el cual puede ir desde un grito, un jalón, una nalgada, hasta declaraciones de los padres denigratorias a los hijos (Chamberlain, Reid, Ray, Capaldi, & Fisher, 1992). Cada una de estas prácticas afectarán al niño (a) de diferentes formas, así como en algunos niños por mas que uno los castiga siguen haciendo lo mismo, como en algunos casos la mas mínima corrección hace que reaccionen con sobresalto, llanto o enconchamiento.

Muchas veces hemos escuchado en sesiones de tratamiento la típica frase “mas vale una nalgada a tiempo que …” y a partir de estudiar los modelos de maltrato queda claro el sustento que muchos papas tienen cuando usan el castigo de manera repetida, y es que tiene un efecto casi inmediato de terminar con un evento que genera el niño (a) y que somete a estrés al padre (Patterson, Reid, & Dishion, 1992) es por eso que es muy utilizado. También se ha observado que aquellos padres o madres que emplean el castigo como única medida correctiva tienen la tendencia de emplearlo con mayor intensidad, cada vez que un castigo pierde el efecto, escalando muchas veces a intensidades que pueden considerarse maltrato infantil.

Es inegable que el castigo es parte de nuestras vidas y estas son arreglos ambientales que suceden incluso sin mucha ayuda de nosotros, por ejemplo si tomamos una tasa de agua caliente y la derramamos en nuestra mano, esto es un tipo de castigo inflingido de manera natural, o cuando salimos rápido de la casa a la oficina y se nos olvida algo por no dejarlo preparado con anterioridad, es otro tipo de castigo hacia nosotros mismos, y es evidente que los padres o madres siempre tendrán estas opciones que resultan ser muy efectivas de manera momentánea, pero no son el mejor camino para tener la conducta de nuestros hijos controlada de una manera duradera, y esto es debido a los efectos secundarios del uso del castigo, que son precisamente las reacciones emocionales (Sulzer-Azaroff & Mayer, 1987)

Existen varias reacciones emocionales que podemos observar en niños sometidos a estres por el uso del castigo, el primero de ellos es cuando un niño solo se comporta bien, cuando la persona que ejerce el castigo esta presente y no cuando esta ausente, el cual puede presentar un gran problema, por ejemplo en la escuela, donde los maestros no pueden gritar, pegar o denigrar a un niño, y si tenemos una interacción padre o madre – hijo que se encuentra en este nivel, el niño (a) podrá mostrar problemas importantes de adaptación (Patterson, Reid, Jones, & Conger, 1975).

Otra reacción emocional encontrada, es cuando el niño (a) realizan conductas de escape para evitar o eliminar un castigo, por ejemplo el huir de la casa, generar conductas autodestructivas, incremento de un berriche etc., conductas que pueden perturbar mas la relación de padres e hijos.

Quizá una de las reacciones más difíciles de trabajar, es cuando los niños generar un fenómeno conocido como la trampa del reforzamiento negativo (Reid, 1978), este pude observarse en el caso en el cual el niño (a), digámoslo así, se crece al castigo, o busca ser castigado, es decir el constante reto hace que el niño tenga ganancias secundarias, por ejemplo, cuando un niño busca que la mamá o el papá lo castigue, porque después la mamá o el papá se arrepiente con sus sentimientos de culpa por haberlo castigado y lo recompensa mucho después.

Seguramente los papas que estan leyendo el artículo se preguntarán, bueno, entonces como le debo hacer. Y la respuesta es quizá mas sencilla que su práctica, sin embargo hay muchos medios para llevarla acabo. Primero debemos reconocer que el castigo es parte de nuestras herramientas, pero siempre la debemos de colocar como último recurso, o en el caso donde una trampa de reforzamiento negativo este presente, debemos tratar de decrementar su uso y sustituirlo por prácticas positivas.

¿Qué es una práctica positiva?, bueno, jugar a la buena conducta. Permítanme hacer una pequeña pausa para explicar esta forma de trabajar con los niños. En primer lugar, si somos muy críticos con nustra propia conducta, nos daremos cuenta que incluso, en el niño (a) detectado como difícil o etiquetado como terrible, realiza mas conductas apropiadas que las inapropiadas, esto es casi una regla, solo que las conductas inapropiadas que presenta, llegan a ser tan notorias que obscurecen las buenas. Dicho lo anterior explicaremos lo que es jugar a la buena conducta y esta se hace aplicando los siguiente pasos. Número uno debemos capacitar al papa a poner atención a eventos que el niño (a) haga bien de manera natural, e identificar aquellos que se contraponen con los negativos, tomemos el ejemplo de la obediencia, que se contrapone al berrinche. Número dos, capacitamos a los papas a identificar cuando obedece y cuando hace berrinche, Número tres, enseñamos a los padres a ignorar el berrinche e iniciar cada vez que el niño (a) obedece. Número cuatro, le enseñamos a los padres a registrar la conducta para que ellos mismos vean su evolución en el manejo de la estrategia.

Dichos en otras palabras, jugar a la buena conducta, es tratar de reeducarnos como padres a utilizar mas nuestro tiempo a decirle al niño lo que hace bien, más que a usar el castigo todo el tiempo. Muchas veces para poder llevar a cabo lo anterior es necesario aplicar una estrategia llamada entrenamiento a padres, esta consiste en la enseñanza de estrategias para que los papas mantengan ambientes positivos disciplinarios. En nuestra práctica profesional hemos observado que los papas se les acaban sus recursos o no son consistentes en usarlos, dos aspectos decisivos para poder modificar la conducta de un niño (a), recuerde, diversidad de recursos y consistencia son las claves del éxito para poder cambiar las conductas y no llegar a establecer patronos de maltrato infantil.

Por:

Mtro. Psic. Jorge L. González Q.

Mtro Psic. Gabriela Gpe. Téllez S.


Rev. 24/11/10

Cápsula informativa 1

Cápsula informativa 2

Cápsula informativa 3

Cápsula informativa 4

Cápsula informativa 5

Cápsula informativa 6

Cápsula informativa 7

Cápsula informativa 8

Bibliografía

Azar, S. T., Fantuzzo, J. W., & Twentyman, C. T. (1984). An Applied Behavioral Approach to Child Maltreatment: Back to Basics. Advances on Behavior Research and Therapy, 6, 3-11.

Bousha, D. M., & Twentyman, C. T. (1984). Mother-Child Interactional Style in Abuse, Neglect, and Control Groups: Naturalistic Observations in the Home. Journal of Abnormal Psychology, 93(1), 106-114.

Burgess, R. L., & Conger, R. D. (1978). Family Interaction in Abusive, Neglectful, and Normal Families. Child Development, 49, 1163-1173.

Chamberlain, P., Reid, J. B., Ray, J., Capaldi, D., & Fisher, P. (1992). DSM-IV Review.

Douglas, J., & Besharov, J. D. (1981). Toward Better Research on Child Abuse and Neglect: Making Definitional Issues an Explicit Methodological Concern. Child Abuse and Neglect, 5, 383-390.

Fantuzzo, J. W. (1990). Behavioral Treatment of the Victims of Child Abuse and Neglect. Behavior Modification, 14(3), 316-339.

Lorber, R., Felton, D. K., & Reid, J. B. (1984). A Social Learning Approach to the Reduction of Coercive Processes in Child Abusive Families: A Molecular Analysis. Advances on Behavior Research and Therapy, 6, 29-45.

Patterson, G. R., Reid, J. B., & Dishion, T. J. (1992). Antisocial Boys (1 ed. Vol. 4). Oregon: Castalia Publishing Company.

Patterson, G. R., Reid, J. B., Jones, R. R., & Conger, R. E. (1975). Families with Aggresive Children (1 ed. Vol. 1). Oregon: Castalia Publishing Company.

Reid, J. B. (1978). Observation in Home Settings (1 ed. Vol. 2). Oregon: Castalia Publishing Company.

Sulzer-Azaroff, B., & Mayer, R. (1987). Procedimientos del Análisis Conductual Aplicado con Niños y Adolescentes (2 ed.). México: Trillas.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

¿Cómo puede decir que no?...


entendiendo que yo empiezo cuando delimito a los demás en su interacción conmigo, por eso decir que No, y establecer límites a otros, es muy importante para mi asertividad. La asertividad se define como la capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demás. La persona asertiva conoce sus propios derechos y los defiende, respeta a los demás, por lo que no piensa ganar en una disputa o conflicto sino que busca de forma positiva los acuerdos.

En pocas palabras podemos decir que la persona asertiva es aquella que:

1.-Sabe decir "NO" o expresa su postura hacia algo:

Manifiesta su propia postura ante un tema, petición, demanda. Expresa un razonamiento para explicar/justificar su postura, sentimientos, petición. Expresa comprensión hacia las posturas, sentimientos, demandas del otro.

2.-Sabe pedir favores y reaccionar ante un ataque:

Expresa la presencia de un problema que le parezca debe ser modificado. Sabe pedir cuando es necesario. Pide clarificaciones si hay algo que no tiene claro.

3.-Sabe expresar sentimientos:

Expresa gratitud, afecto, admiración... Expresa insatisfacción, dolor, desconcierto...

Sabemos que nuestros defectos y virtudes son fruto de las experiencias y mensajes que en su día nos transmitieron los mayores que nos rodeaban y ahora somos nosotros quienes tenemos la responsabilidad, la obligación de influir en los más pequeños y educarlos según los patrones de conducta más adecuados y entre ellos está el de ser asertivos. La asertividad se aprende, no es innata. Se aprende con la práctica y debemos reconocer que es una obligación moral enseñarla y practicarla, tanto con nuestros compañeros como con nuestras figuras de autoridad.

Principios básicos para aprender a ser asertivos.

Para llegar a conseguir este fin de transmitir nuestros pensamientos y emociones, debemos tener en cuenta ciertos PRINCIPIOS BÁSICO. El ambiente influye en la autoestima de tal forma que a un niño que se le enseña a expresar de manera apropiada sus sentimientos y pensamientos, incrementará en él la seguridad en sí mismo. Otro aspecto a enfatizar es que vea en los adultos que lo rodean una práctica de lo que están enseñando, ya que los adultos se convierten en modelos a seguir para imitar este tipo de conductas.

Según lo que acabamos de decir, existen unas ACTITUDES GENERALES a tener en cuenta para educar en la asertividad y que además influyen en la construcción de una adecuada autoestima. Estas actitudes las podemos enunciar del siguiente modo:

1. Atención a las proyecciones: los adultos tendemos a proyectar nuestros propios temores y experiencias negativas en los hijos. Protegemos a los hijos cuando anteriormente hemos sufrido burlas y los hacemos desconfiados. Esta actitud la transmite el padre con sus actitudes, sus comentarios... (cuando estamos continuamente pendientes de lo que los demás dicen de nosotros...) A cambio, lo que debemos hacer es aceptar al niño con sus ideas y actitudes y dejarle tener las experiencias. El papel del adulto en este caso es transmitir al niño su opinión si éste la pide y únicamente limitarnos a aconsejar o contar nuestras propias experiencias huyendo de los planteamientos categóricos y del establecimiento de reglas.

2. No confundir un error puntual con una característica de la personalidad. Debemos cuidar los mensajes que dirigimos a los hijos y la forma de hacerlo. Alguien que de forma reiterada recibe el mensaje de que es malo, termina asumiendo ese rol, creyendo que realmente es malo porque además recibe el mensaje de alguien en quien confía que puede ser su madre, su padre o su maestro.

3. Las expectativas hacia los hijos deben ser razonables y adecuadas a su nivel y edad. A cada nivel madurativo le corresponden unas pautas de conducta. El problema para los hijos se presenta cuando se les exigen cosas para las que todavía no se encuentran preparados (determinadas responsabilidades...)

Entrenamiento asertivo

Algunos piensan que el entrenamiento asertivo vuelve a personas desagradables, irascibles y calculadoras, porque dicen lo que piensan, pero eso no es ser asertivo. La asertividad tiene la característica de permitirle a la persona negociar, expresando su sentir y encontrar puntos de acuerdo con las demás personas.

El entrenamiento asertivo ha demostrado ser efectivo en el tratamiento de la depresión, el resentimiento y la ansiedad derivada de las relaciones interpersonales, especialmente cuando tales síntomas han sido provocados por situaciones injustas. A medida que el individuo vaya volviéndose más asertivo empezará a reclamar el derecho a sentirse relajado y a ser capaz de dedicar tiempo sólo para sí mismo.

Tres estilos básicos de conducta interpersonal.

El primer paso en el entrenamiento de técnicas asertivas es identificar el estilo básico con el que uno cuenta o se comporta el cual puede ser:

1. Estilo agresivo. Son ejemplos típicos de este tipo de conducta la pelea, la acusación y la amenaza, y en general todas aquellas actitudes que signifiquen agredir a los demás sin tener para nada en cuenta sus sentimientos. La ventaja de esta clase de conducta es que la gente no pisa a la persona agresiva, la desventaja es que no quieren tenerla cerca.

2. Estilo pasivo. Se dice que una persona tiene una conducta pasiva cuando permite que los demás le impongan sus pensamiento, cuando no defiende sus intereses y cuando hace todo lo que le dicen sin importar lo que piense o sienta al respecto. La ventaja de ser una persona pasiva es que raramente se recibe un rechazo directo por parte de los demás; la desventaja es que los demás se aprovechan de uno y se acaba por acumular una pesada carga de resentimiento y de irritación.

3. Estilo asertivo. Una persona tiene una conducta asertiva cuando defiende sus propios intereses, expresa sus opiniones libremente y no permite que los demás se aprovechen de ella. Al mismo tiempo, es considerada con la forma de pensar y de sentir de los demás.

La ventaja de ser asertivo es que puede obtenerse lo que se desea sin ocasionar trastornos a los demás. Siendo asertivo se puede actuar a favor de los propios intereses sin sentirse culpable o equivocado por ello; igualmente dejan de ser necesarios la docilidad extrema, el ataque verbal o el reproche, y estas formas de actuación pasan a verse como lo que son, formas inadecuadas de actuación que crean dolor y estrés.

Antes de empezar a desarrollar una conducta asertiva hay que tener bien claro el hecho de que tanto el estilo de conducta agresivo como el pasivo, generalmente no sirven para lograr lo que se desea.

Lenguaje corporal

Otro paso en el entrenamiento asertivo es el desarrollo de un lenguaje corporal adecuado. A continuación se indican cinco reglas básicas que son convenientes practicar delante del espejo.

* Mantener contacto visual con su interlocutor.
* Mantener una posición erguida del cuerpo.
* Hablar de forma clara, audible y firme.
* No hablar en tono de lamentación.
* Para dar mayor énfasis a las palabras, utilizar los gestos y las expresiones del rostro.

Técnicas asertivas

Para llegar a ser una persona asertiva hay que aprender a evitar la manipulación. Inevitablemente, nos encontraremos con estrategias que intentarán impedir nuestros objetivos, desarrolladas por aquellos que pretenden ignorar nuestros deseos. Las técnicas que se describen a continuación son fórmulas que han demostrado ser efectivas para vencer dichas estrategias y que sirven perfectamente en las relaciones interpersonales de todos los jóvenes en sus situaciones cotidianas.

Técnica del disco roto. Repita su punto de vista con tranquilidad, sin dejarse ganar por aspectos irrelevantes (Sí, pero… Sí, lo sé, pero mi punto de vista es… Estoy de acuerdo, pero… Sí, pero yo decía… Bien, pero todavía no me interesa).

Técnica del acuerdo asertivo. Responda a la crítica admitiendo que ha cometido un error, pero separándolo del hecho de ser una buena o mala persona. (Sí, me olvidé de la cita que teníamos para comer. Por lo general, suelo ser más responsable).

Técnica de la pregunta asertiva. Consiste en incitar a la crítica para obtener información que podrá utilizar en su argumentación. (Entiendo que no te guste el modo en que actué la otra noche en la reunión. ¿Qué fue lo que te molestó de él? ¿Qué es lo que te molesta de mí que hace que no te guste? ¿Qué hay en mi forma de hablar que te desagrada?)

Técnica para procesar el cambio. Desplace el foco de la discusión hacia el análisis de lo que ocurre entre su interlocutor y usted, dejando aparte el tema de la misma. (Nos estamos saliendo de la cuestión. Nos vamos a desviar del tema y acabaremos hablando de cosas pasadas. Me parece que estás enfadado).

Técnica de la claudicación simulada (Banco de niebla). Aparente ceder terreno sin cederlo realmente. Muéstrese de acuerdo con el argumento de la otra persona pero no consienta en cambiar de postura (Es posible que tengas razón, seguramente podría ser más generoso. Quizá no debería mostrarme tan duro, pero…).

Técnica de ignorar. Ignore la razón por la que su interlocutor parece estar enfadado y aplace la discusión hasta que éste se haya calmado (Veo que estás muy trastornado y enojado, así que ya discutiremos esto luego).

Técnica del quebrantamiento del proceso. Responda a la crítica que intenta provocarle con una sola palabra o con frases lacónicas (Sí… no… quizá).

Técnica de la ironía asertiva. Responda positivamente a la crítica hostil (Gracias…).

Técnica del aplazamiento asertivo. Aplace la respuesta a la afirmación que intenta desafiarle hasta que se sienta tranquilo y capaz de responder a ella apropiadamente. (Prefiero reservarme mi opinión al respecto… No quiero hablar de eso ahora).

Estrategias de bloqueo

Cuando uno intenta ser asertivo, es posible que las personas que nos rodean intenten bloquear estas respuestas, que Ud. debe tener en cuenta para saber reaccionar ante ellas:

Reírse. Responder a su reivindicación con un chiste (¿Sólo tres semanas tarde? ¡Yo he conseguido ser todavía menos puntual!) Utilice en estos casos la técnica para procesar el cambio (Las bromas nos están apartando del tema) y la del disco roto (Sí…, pero).

Culpar. Culparle a usted del problema (Haces siempre la cena tan tarde que luego estoy demasiado cansado para lavar los platos) Utilice la técnica de la claudicación simulada (Puede que tengas razón, pero tú estás rompiendo tu compromiso de lavar los platos), o simplemente no se muestre de acuerdo (Las diez es una buena hora para lavar los platos)

Atacar. Consiste en responder a su afirmación con un ataque personal del siguiente tipo: "¿Quién eres tú para molestarte porque te interrumpan? ¡eres la fanfarrona más grande que conozco!" Las mejores estrategias en estos casos son la técnica de la ironía asertiva (Gracias) junto con la del disco roto o la de ignorar (Veo que estás de mal humor, ya hablaremos más tarde).

Retrasar. Su reivindicación es recibida con un "Ahora no, estoy demasiado cansado" o "Puede que en otra ocasión…" Utilice en estos casos la técnica del disco roto o insista en fijar una fecha para discutir el asunto.

Interrogar. Consiste en bloquear cada una de sus afirmaciones con una serie continuada de interrogantes: "¿Por qué te sientes así?… Todavía no sé por qué no quieres ir… ¿Por qué has cambiado de opinión?" La mejor respuesta es utilizar la técnica para procesar el cambio (Porque no es ese el problema. La cuestión es que no quiero ir esta noche).

Utilizar la autocompasión. Su reivindicación es recibida con lágrimas y con la acusación implícita de que usted es un sádico. Intente seguir adelante con su guión, utilizando la técnica del acuerdo asertivo (Sé que te resulta doloroso, pero tengo que resolverlo).

Buscar sutilezas. La otra persona intenta discutir sobre la legitimidad de sus sentimientos o sobre la magnitud del problema, etc., para así distraer su atención. Utilice en estos casos la técnica para procesar el cambio (Nos estamos entreteniendo en sutilezas y apartándonos de la cuestión principal), junto con la reafirmación de su derecho a sentirse como se siente.

Amenazar. Su interlocutor intenta amenazarle con frases como esta: "Si sigues con la misma cantaleta, vas a tener que buscarte otro novio" Utilice en estos casos la técnica del quebrantamiento del proceso (Quizá) y la de la pregunta asertiva (¿Por qué te molesta mi petición?) También puede utilizar la técnica para procesar el cambio (Eso suena a amenaza) o la de ignorar.

Negar. Consiste en hacerle creer que usted se equivoca: "Yo no hice eso" o "De verdad que me has malinterpretado" Reafírmese en lo que ha observado y experimentado y utilice la técnica de la claudicación simulada (Puede parecer que estoy equivocado, pero he observado que…).

Por: Lic. Víctor Hugo González Zavala.

Rev. 9 de Noviembre 2010.

Bibliografía

Castanyer, Olga. (1997) .La asertividad: expresión de una sana autoestima Ed. Desclée de Brouwer, 6ª edición.

martes, 5 de octubre de 2010

Sabias que el lenguaje es más que sólo articulación


Cuando escuchamos que un niño tiene problemas de lenguaje, generalmente lo primero que se nos viene a la mente, es que muy probablemente este niño no habla de manera correcta, es decir, no se le entiende lo que trata de decirnos o simplemente no habla.

El lenguaje en un concepto más amplio, es la forma de comunicación de nuestros pensamientos, ideas, emociones, deseos, a través de un medio oral, escrito, corporal, gestual, manual, etc.. En fin, es un sistema complejo que nos permite comunicarnos y que nos lleva a aprender durante toda nuestra vida. El hombre no posee el lenguaje desde el nacimiento, sino que lo adquiere por medio de un proceso laborioso a lo largo de su infancia, el cual está ligado a la maduración de la actividad nerviosa superior. La característica mas importante del lenguaje es que gracias a él podemos transportarnos en tiempo, espacio, y acercarnos a nuestros sentimiento.



Este sistema tan complejo, está constituido por 4 niveles: Fonológico, semántico, sintáctico, y pragmático. Estos niveles podemos analizarlos de forma aislada, pero jamás se separan, a pesar de que unos se desarrollen antes que otros, siempre están presentes en nuestro lenguaje cotidiano al mismo tiempo, por lo que, limitar el lenguaje a mera articulación lo dejaría demasiado corto.



Cuando un bebé nace está constantemente rodeado de diversos estímulos que se encuentran asociados a diferentes acciones, por ejemplo cuando los adultos le van enseñando a nombrar las cosas que le van dando, hablar de lo que estan haciendo, mencionar lo que le estamos preparando, y mostrar objetos repitiendo constantemente el nombre de éstos. Estas acciones se repiten una y otra vez con los objetos y su rutina de su vida cotidiana. Así les damos el primer contacto de enseñanza-aprendizaje de este sistema. Es decir estimulamos el nivel semántico.



En los primeros meses de vida del bebe, se da el juego vocal (repetición incesante y sin motivo de sonidos vocales). El cual tiene la finalidad de entrenar y retroalimentar la emisión de fonemas propios y no del idioma, los cuales al paso del tiempo, se van diferenciando hasta acercarse aquellos que son propios del idioma que esta aprendiendo, iniciando con el entrenamiento del nivel fonológico. Constantemente los padres al ir repitiendo los nombres de las cosas estan estímulando esta fase, al igual que estimular la imitación vocal la cual se dá al repetir palabras o frases como el “agugu, agugu” que les hacemos a los bebes, promoviendo en ellos la imitación. Este sistema es el más fácil de distinguir si tiene alguna alteración o no, ya que todos los que participamos en su entorno, podemos distinguir si imita correctamente o no.



Otro nivel es el sintáctico, el cual esta relacionado con las reglas para agrupar las palabras en secuencias gramaticales aceptables de acuerdo a nuestra lengua nativa. Está relacionado con la estructura de las palabras para formar oraciones. Un ejemplo seria, cuando un niño pequeño dice: “Agua papá Guille”, y posteriormente al pasar por un proceso de diferenciación se daría algo cercano al siguiente ejemplo:




  • Agua

  • Agua Guille (Guillermo)

  • Agua papá Guille

  • Papá da agua Guille

  • Papá dame agua.



Por otro lado cabe mencionar la importancia del orden de estas estructuras, ya que el cambiarlo puede afectar el significado de la oración. Por ejemplo:



  • José ama a María

  • María ama a José

  • Ama José a María.



Y por último, tenemos al nivel pragmático, es decir, las reglas para el uso social apropiado y la interpretación de la lengua en un contexto, la conciencia del modo en que modificamos una conversación. Aquí podemos encasillar a lo que caracteriza nuestro lenguaje, es decir el lenguaje propio del mexicano, aquel donde jugamos con los chistes, los albures y las bromas, y así mismo la capacidad de elección de las palabras y la interpretación del discurso que utilizaremos en distintas situaciones. El nivel pragmático está relacionado con el hecho de que los niños muy pequeños no logran comprender los chistes, se ríen por inercia, y lo logran comprender hasta que son ya mayores, hasta que ya tienen un mejor uso de su pragmática.



Como podemos darnos cuenta el lenguaje es más que sólo articulación y podemos estimular su desarrollo todos los días al estar en convivencia con nuestros pequeños. Hay que hablarles, mostrarles y permitirles vivir día a día su lenguaje y nuestro lenguaje, lo único que tenemos que hacer es hablar con ellos y escucharlos. Es decir COMUNICARNOS.



Es fácil decir que tenemos que comunicarnos pero en estos tiempos es difícil hacerlo, o bien, hacerlo al 100%. Podemos estimular el lenguaje en los pequeños a partir de actividades sencillas como el preguntarles y escuchar con atención cómo les fue en el día, entablar una conversación sobre un tema de noticia, pedir a los pequeños que digan lo que quieren de manera oral y no señalando, contándoles un cuento corto por las noches y preguntar sobre este, corregir con respeto y afectuosamente cuando los pequeños articulen mal una palabra, llamar a los objetos por su nombre y no por diminutivos o por otros nombres que suenan bonito, pero que no son su nombre real.



En fin, lo más importante es estar alerta de que nuestros pequeños hablen, digan sus primeras palabras aproximadamente al año (un poco más, un poco menos) y de ahí en adelante se vea un avance en este desarrollo, esperando que alrededor de los 3 años puedan tener un diálogo corto, con algunas fallas articulatorias, pero siempre con la necesidad de comunicarnos que piensan, y que increíbles ideas pasan por sus cabezas. Recordemos que los únicos que no hablan son los bebés y no porque no quieran sino porque aún no pueden.



Por: LTCH. Mariana García Rodríguez

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Entender mi irá es...


ira vs enojo



entender la diferencia entre una emoción sana de una insana. El disgusto o enojo es una emoción humana de disconformidad que se produce ante situaciones desafortunadas o cuando nos encontramos con gente molesta y desagradable a la que todos estamos expuestos. Es una emoción normal, usualmente saludable, que nos advierte que existe algo que no está bien y que necesita ser arreglado, tiene como base una creencia racional y generalmente se autolimita a 15 minutos. Pero si nuestra reacción de enojo se vuelve intensa y se sale de nuestro control, estaremos experimentando IRA, como una emoción malsana.



Lo que determina sí una emoción negativa es o no patológica (malsana) es su base cognitiva (creencias, ideas y pensamientos) y el grado de malestar derivado de sus consecuencias.



La ira nos limita la capacidad de resolver problemas, incita a tomar decisiones impulsivas y hacer acciones insensatas, y nos hace menos perceptivos de los pensamientos y sentimientos de los demás. Esta emoción está ligada a un pensamiento demandante muy irreal, irracional, que tiene relación directa con la emoción inapropiada o malsana, en el que las personas tienen que hacer lo que el individuo enfadado desea que hagan, pero que por supuesto, no necesariamente lo hacen. La gente que tiene problemas o trastornos de ira, tiende a ser reacia a buscar ayuda o a admitir que tiene un problema. En cambio, las ideas irracionales están en relación directa con la salud mental (Tabla 1).



Tabla 1. Ideas racionales e irracionales, y emociones apropiadas e inapropiadas.






















EMOCIONES APROPIADASEMOCIONES INAPROPIADAS (MALSANAS)

1.TRISTEZA: Derivada de la Creencia Racional: "Es triste haber sufrido esta pérdida, pero no hay ninguna razón por la que no debería haber ocurrido"

1. DEPRESIÓN: Derivada de la Creencia Irracional: "No debería haber sufrido esta pérdida, y eso es terrible”. Si se cree responsable de la pérdida hay condena: "No soy bueno", y si la cree fuera de control de las condiciones de vida será : "Es terrible e insoportable"

2.INQUIETUD: Derivada de la Creencia Racional: "Espero que eso no suceda y seria desafortunado si sucediera"

2.ANSIEDAD: Derivada de la Creencia Irracional: "Eso no debería ocurrir, seria horrible si ocurre"

3.DOLOR: Derivada de la Creencia Racional: "Prefiero no hacer las cosas mal, intentaré hacerlas mejor, si no ocurre es lamentable”

3.CULPA: Derivada de la Creencia Irracional: "No debo hacer las cosas mal y si las hago soy Malvado/a"

4. DISGUSTO: Derivada de la Creencia Racional: "No me gustó lo que pasó, y me gustaría que no hubiese ocurrido, pero otros pueden romper mis normas."

4. IRA: Derivada de la Creencia Irracional: "No debería haber hecho eso. No lo soporto, es horrible y es un malvado por ello."





Usted no podrá controlar su ira mientras crea que son los otros los que la causan. Tome responsabilidad tanto por crear como por reducir su propia ira y las ideas irracionales que la acompañan. Dos fuentes comunes de la ira son la baja tolerancia a la frustración y las amenazas a nuestro auto-concepto. Recuerde que “los hombres no están perturbados por las cosas, sino por la visión que tienen de ellas” (Epícteto). Una persona que se enoja fácilmente no ve la causa de su ira dentro de sí misma, por lo general, la atribuye a la conducta de los demás combinando sus propias exigencias: “yo debería, ellos deberían, el mundo debería,...”




El bullicio de la vida cotidiana puede ser una fuente de ira. Las listas de las situaciones exasperantes incluyen el tráfico vehicular, las personas groseras, cuentas interminables bancarias y telefónicas, jefes bruscos, colegas incompetentes y el exceso de trabajo.




¡Admitir el hecho de que tu ira está fuera de control es esencial al atacar el problema!




“Des-enójese” controle su ira, antes de que ella la controle a usted. Para eso, es necesario que reflexione sobre las recomendaciones siguientes:





• Apártese de la situación temporalmente hasta que pueda responder sin ira: Realizar ejercicios de relajación son útiles de primera instancia y repita lentamente palabras tranquilizadoras tales como "relájate". Hágalo en otra parte del lugar donde se encuentra o salga (lejos de la persona a quien estaba dirigiendo su ira). Tómese todo el tiempo que necesite para calmarse completamente antes de regresar.





• Reconozca la causa de su ira, ¿qué creencias o ideas irracionales están causando la emoción, cuál es el problema real, qué quiere lograr o cambiar?, y no las faltas de los demás, los eventos frustrantes, u otros problemas prácticos. Somos responsables por nuestra propia ira.





• Sea firme en lugar de colérico. Reemplace la ira por firmeza y disgusto. Afirme y planté sus sentimientos o derechos sin manifestar ira o emoción intensa. No culpe, no etiquete, no amenace, no diagnostique, no predique, no ridiculice, no ordene, no menosprecie ni humille a la otra persona.





• Minimice sus exigencias con usted mismo, con los demás, y con el mundo. Reemplace los tres deberes principales ("yo debo..., ella debe..., el mundo debe...") con preferencias y deseos. Cuando se hable a usted mismo sobre lo que parece irritarlo, use lenguaje emocional amable y gentil y palabras tales como "prefiero..., quiero..”. Convierta su ira en disgusto.





• Exprésese mejor, con claridad y compostura. Hable tranquilamente con la persona sobre lo que siente en referencia a sus palabras y acciones. 1. Utilice la palabra “YO” al expresar lo que siente: "YO siento esto cuando tú haces esto". 2. Sea específico y preciso en lo que necesita, las peticiones vagas no son muy útiles, de ejemplos acerca de lo que se quiere decir.





• Utilice distracción, diversión, humor y entretenimiento para ocuparse temporalmente en algo placentero. Esto lo ayudará a sentirse menos enojado por corto tiempo.





El control de la ira es vital para la salud física y mental, reorganizar su forma de pensar y aprender a proporcionar los hechos con la justa dimensión es lo más saludable para sus emociones. Acudir con un profesional de la salud mental puede darle las herramientas para contribuir a una mayor calidad de vida.






Bibliografía:





American Psychological Association en www.apa.org


Clark Lynn: SOS, Ayuda con las emociones, en www.sosprograms.com


Ellis, Albert (2007). Controle su ira antes de que ella la controle a usted. México, PAIDOS editores.


Ellis, Albert y Abrahms, Eliot (1980). Terapia Racional Emotiva, mejor salud y superación personal


afrontando nuestra realidad. México, Editorial Pax México.


Ellis, Albert y Grieger, Russell (1990). Manual de Terapia Racional Emotiva (Vol 2).


España, Editorial Desclée de Brouwer.






Por Dra. Tizbé Sauer Vera

martes, 10 de agosto de 2010

¿Es posible enseñar tolerancia a los niños (as)?


La respuesta más apropiada y general a la pregunta es Sí, pero para ello debemos explicar tres factores relevantes. En primer lugar los factores nerológicos, después los de desarrollo y en tercer lugar los de aprendizaje. Con el temor de volvernos muy simplistas en lo que vamos a describir a continuación diremos que el cerebro de un niño se encuentra dividido en 4 secciones , occipitales (ubicación: nuca), parietales (ubicación: arriba de las orejas), temporales (ubicación: junto a los parietales) y frontales (ubicación: frente). Es precisamente en esta última sección donde reside el centro de control de la impulsividad, es decir, a grandes rasgos, nuestros centros frontales juegan un papel importante en el autocontrol. Curiosamente nuestros frontales maduran al final de todos nuestros centros nerviosos, y es así como un niño (a) a la edad de 10 y 12 años ya tienenun autocontrol más desarrollado, frenando su propia impulsividad.

El segundo aspecto relevante es el desarrollo en sí, por más que hagamos, no podemos adelantar etapas de desarrollo, sin embargo, el tercer factor, el relacionado al aprendizaje, al que muchos especialistas le han dado un peso determinante, es el que podemos ir alterando para ir enseñando la tolerancia. Sabemos ahora que hay centros nerviosos donde radica el control, y sabemos que estos tienen un tiempo específico para madurar y que el aprendizaje es un factor crucial, que si bien no adelanta el proceso, si lo beneficia o lo perjudica. ¿Entonces como se da este aprendizaje?.

Todos los niños (as) entre los 5 y los 7 años pasan por el periodo de los berrinches, es decir, empiezan a darse cuenta que su conducta tiene una influencia importante en el adulto y que esto puede ayudarlo a controlar su ambiente. Aquí diremos que hay tres tipos de reacciones en los padres, y que muchas veces estas reacciones se mezclan; pero si observamos de cerca, siempre hay una reacción que se presenta con mas frecuencia que la otra; es decir hay papás que tratan de negociar con el niño, papás que simplemente reprimen cualquier conducta de este tipo y papás que funcionan de manera variable porque tienden a escapar y no afrontar la situación con el niño (a). Estas pautas de conducirse son las que harán que el niño desarrolle habilidades para manejar su frustración y por lo tanto afecten su capacidad de autocontrol y de tolerancia.

Recuerden que toda la conducta del ser humano tiene un por qué y la forma en que ésta modifique exitosamente su entorno será, a largo plazo, la conducta que se fije como estrategia de solución, y si queremos que un niño sea tolerante y tenga autocontrol como estrategia exitosa, es porque es capaz de aceptar ciertas molestias o demorar la realización de deseos internos.

Es decir un niño que fue reprimido, desarrollará patrones de conducta como el no ser asertivo, el tener temor, el tratar de lidiar con tensiones de manera interna, el buscar reprimir sus deseos, etc., esto puede confundirse a la larga con tolerancia pero no es así, es mas bien un niño (a) que no es capaz de tener autocontrol sino mas bien se reprime.

Aquél niño que sus papás le dieron todo por evitar el desenlace de un berrinche tendrán conductas de un pobre autocontrol, será impulsivos, tratará de manipular el ambiente para lograr sus propósitos, y será irritable cuando no tenga logro. Por el otro lado el niño (a) que fue expuesto a razonamientos y a una demora por el procedimiento, mostrará una conducta más resistente, es decir mas tolerante, pero puede mostrar conductas repetitivas casi compulsivas para lograr sus metas. Son niños (as) que cuestionan constantemente, muestran ansiedad ante la espera, racionalizan las consecuencias, etc.

Ninguno de estos aspectos es el adecuado sino, mas bien, la combinación de ellos, y es por eso que criar a un niño (a) a veces es muy complicado ya que requiere que los papás cambien de estrategias de manera constante dependiendo de como va respondiendo su hijo (a).

Hay que recordar que no hay recetas de cocina para la crianza pero sí podemos delinear una forma apropiada general. Cuando el niño tiene de 5 a 7 años, es importante hacerle ver que hay cosas que se toleran y cosas que no, enseñarle que hay consecuencias inmediatas a sus decisiones, es decir, si toma algo que esta caliente, por desobedecer tendrá una consecuencia y por obedecer tendrá otra. Esta fase es importante porque mucha de la conducta que tiene un niño (a) a esta edad, es de tratar de determinar que puede hacer y que no puede hacer; está tratando de ver cuales son las reglas de juego y le dará mucha seguridad al niño (a) poder predecir lo que pasa en su entorno. Esta es la fase de poner límites claros y brindar explicaciones simples. A medida que el niño crece los padres deben de ser coherentes cuando expresen sus expectativas y establezcan reglas o consecuencias. Al poner límites, los padres enseñan a sus hijos a autorregularse, es decir, la manera de poner límites para ellos mismos. El proceso de aprendizaje de la tolerancia se vincula con la manera en que un niño se siente a sí mismo y cómo maneja las frustraciones como parte de la vida cotidiana. Los niños necesitan ayuda y práctica para construir su tolerancia a la frustración. Cuando sea posible, ponga a los niños sobre aviso antes de las transiciones, constantemente estamos expuestos a cambios y debemos de anticipar a los niños sobre estos cambios ambientales como pueden ser visitas en casa, los regalos que puede y no recibir, las reglas que deberá seguir, etc.

Una vez que vemos al niño (a) con más control de sus reacciones y que incluso nos ha dado pautas de poder anticipar cosas (7 a 9 años), entonces iniciamos con la siguiente fase, que sería la de dar opciones, e iniciar con pequeños razonamientos de lo que pasa cuando se selecciona una o la otra, y permitirle que experimente su opción. También es válido permitirle que se retracte, una vez que viva la consecuencia de su decisión, con la otra opción. A los niños se les debe de enseñar a tomar decisiones y opinar sobre las cosas que pasan en su medio ambiente, recuerden que aquí se combinan con la fase anterior donde no todo puede ser una opción y no todas las cosas son negociables. A los niños no se les puede permitir lastimarse o lastimar a otras personas, destruir cosas, no cumplir con sus obligaciones, o comprar todo lo que solicitan; a veces los adultos tienen que decir "NO".

La fase del entrenamiento (9 a 12 años), es estimular que no seamos nosotros los que le digamos cuales son las opciones, incluso ni siquiera la necesidad de ayudarle a razonar las posibles consecuencias de su decisión, sino que él, de manera verbal, logre identificar el proceso de elección.

Recuerde que la idea básica en el proceso de la adquisición de autocontrol y la tolerancia, es que el niño (a) pueda anticipar; esto es básico y siempre es útil para aliviar el estrés.

CAPSULAS

¿Sabía ud. que una de las principales causas de atención psicológica en niños son los problemas de conducta relacionados a la falta de autocontrol?

¿Sabía ud. que uno de los determinantes para presentar cuadros depresivos en la edad adulta tiene que ver con el estilo en que la persona maneja su tolerancia al estrés?

¿Sabía ud. que la forma en que ud. afronta los problemas tiene una relación directa con el estilo disciplinario enseñado por sus padres?

¿Sabía ud. que uno de los errores mas frecuentes por parte de los padres es el de ceder ante una exigencia de sus hijos manifestada mediante un berrinche o una conducta inadecuada creando algo conocido como trampa de reforzamiento?

¿Sabía ud. que existe evidencia científica que demuestra que a medida que un padre se involucre menos con sus hijos en actividades placenteras mutuas, la probabilidad de que su hijo muestre trastornos conductuales es mucho más alta?.

¿Sabía ud. que si los padres con hijos entre la edad de los 3 a los 12 años se involucran en talleres a padres para adquirir habilidades de manejo conductual y de interacción social, tienden a tener menos problemas en el manejo de sus hijos en la adolescencia?

¿Sabía ud. que la inconsistencia de la disciplina (el papá dice una cosa y la mamá otra) es uno de los factores más relacionados en niños etiquetados con problemas de conducta?

¿Sabía ud. que en estudios de psicología diferencial, se ha encontrado que mamás que nunca han sido referidas a tratamientos psicológicos por problemas de conducta de sus hijos utilizan hasta tres veces más tiempo para jugar y platicar con sus hijos que aquellas que tienen hijos referidos a tratamientos psicológicos?

¿Sabía ud. que el estado afectivo de la madre afecta de manera directa la obediencia de sus hijos?

TIPS

Para que a un niño se le enseñe tolerancia y autocontrol, es indispensable evaluar como reacciona el niño ante el estrés, y en función de ello enseñarle habilidades para controlarse y poder generar otra respuesta ante sus emociones.

Los papás modelan con sus conductas, estrategias de como lidiar con el autocontrol y la tolerancia. Recuerde que un niño aprende más viendo lo que se le pide que explicándoselo.

Evite ejemplos complejos en las explicaciones y también evite el manejo de consecuencias que no tienen sentido para el niño en ese momento, es decir, “deja de hacer eso porque cuando seas adulto eso se va a ver muy inmaduro”, primero, cuando sea adulto se le olvidará el consejo, y ser inmaduro no tiene ningún sentido para un niño.

Siempre corrija a un niño de manera calmada, sin agresión, y si se siente ud. muy agredido o estresado por la conducta del niño (a), simplemente apártese del lugar y trate de relajarse, una vez que se sienta mejor aplique el correctivo.

Un niño (a) tiende a comportase muchas veces bien, pero siempre es cachado u observado cuando se porta mal, una regla super importante al manejar una buena estrategia disciplinaria, es que por cada corrección negativa, el padre deberá iniciar respuestas de elogio a conductas positivas que el niño realice favorablemente.

De manera constante haga al niño consciente de por qué se le disciplinó y qué fue lo que hizo mal, para darle la oportunidad de no repetir la conducta que generó el problema.

Lic. Alma Hernández Mendoza

Mtro. Psic. Jorge L. González Quijano

Correción Técnica Mtra. Gabriela Gpe. Téllez S.

martes, 15 de junio de 2010

La sobreprotección

15/Junio/2010




La sobreprotección...


Enseñanza sin error es una estrategia educativa


en los padres se presenta porque la confundimos con la forma de expresar nuestro amor; esto sucede cuando como padres mostramos nuestro cariño facilitándole a nuestros hijos sus tareas, evitando así que se esfuercen por conseguir algo que requieran y por supuesto ocurre también cuando les evitamos cualquier situación desagradable o les resolvemos los conflictos.

También sobreprotegemos porque pensamos que nos da una razón de ser, es decir, el sobreproteger nos hace sentir importantes y podemos tener el control de toda la situación y más aún, nos permite dirigir a nuestro hijo (a) a la meta, que como padres, nos fijamos para él o ella.

Sin embargo, si analizamos que es la sobreprotección en términos prácticos, es poner un límite o colocar un obstáculo en el desarrollo de nuestro ser querido.


No estamos conscientes de esta situación y evidentemente no lo hacemos con el afán de perjudicarlos, tiene un trasfondo positivo y amoroso; sin embargo, la sobreprotección solo brinda el beneficio al padre, ya que este refuerza su expresión de amor, sin embargo para el hijo (a) es el mensaje constante de que no puede, de que el razonamiento que lo llevó a sus deducciones es inadecuado, que su forma de resolver problemas no es la pertinente y la más riesgosa de todas, la evitación de manejar su frustración ante nuevas actividades donde no tengan las habilidades adecuadas para resolverlas.

Hay una regla en el aprendizaje que es importante meditar en este caso, la falta de práctica esta relacionada directamente a la falta de adquisición de la habilidad, mas aún, la falta de práctica lo que hace realmente es que no haya la ocasión de generar conductas nuevas que lleven a la persona a acumular logro, y esta falta de éxito, es la piedra angular de muchos trastornos de conducta. Dicho en palabras llanas, lo que no practicamos olvidamos, y cuando lo practicamos si no recibimos retroalimentación positiva nunca sabremos si lo estamos haciendo bien o mal, y si hay mas cosas que hago mal que las que hago bien, mejor no las hago.


Cuando sobreprotegemos vamos averiando la gran oportunidad de exponer a nuestro hijo (a) a oportunidades de practicar habilidades ya adquiridas, o a generar conductas novedosas para probarlas y ver si son efectivas para manejar un problema. Un buen ejemplo aquí sería las instrucciones para el manejo de un aparato doméstico, cuantos de nosotros abrimos una licuadora nueva y estamos oprimiendo botones hasta que la hacemos funcionar de manera adecuada, la verdad pocos leen las instrucciones, o llaman al técnico para que les enseñe a usarla, y esto es porque hemos tenido experiencia con el manejo de electrodomésticos en nuestro pasado que nos permiten anticipar el funcionamiento de los nuevos, ahora pregunto, ¿ Ud. desearía que su hijo fuera de aquellas personas que tiene que llamarle al técnico para que le enseñen a usar una nueva licuadora?, en algunos casos es muy apropiado, pero en otros no es funcional.

¿En que se transforma la incapacidad de logro?, es fácil responder, basta con hacer un ejercicio en uno mismo. Trate de usar su mano no dominante y por favor escriba una carta de tres cuartillas justificando a su jefe el porque requiere un aumento de sueldo, y verá que su letra no será igual, el tiempo en que lo haga no será el mismo que usaría haciéndolo con su mano dominante. Requerirá más tiempo para pensar, se frustrará al ver el resultado final, etc. Asi vemos como la incapacidad se transfiere en irá, frustración, deseos de no continuar, dejar las cosas a medias, sentimientos de no poder, y el inicio de la depresión si ésta es una constante en su vida, es decir, si lastimamos el autoconcepto que tenemos de nosotros podemos iniciar una carrera hacia la depresión y sentimientos de minusvalía.


Una pregunta importante es poder identificar la diferencia entre protección y sobreprotección, ¿Cuál es el parámetro para diferenciarla?. A veces es difícil poder contestarlo pero podríamos decir que si ud. termina por hacer las actividades que le corresponden a su hijo en mas de un 30% podríamos decir que ud. ya no lo esta exponiendo de manera adecuada para utilizar estos eventos como fuentes de aprendizaje. Es decir, ¿Cómo puedo protegerlo y no sobreprotegerlo?, y la respuesta está en la forma de cómo lograr que un hijo (a) haga una actividad de manera segura pero ellos mismos. Tomemos el ejemplo del manejo de unas tijeras filosas para un niño de 5 años. Primero le muestro y le explico cada parte de la tijera, le muestro donde están las zonas de riesgo al usarlas, le muestro como deben ser sujetadas y como dirigirlas al material a cortar, luego tomo su mano y con la mía como guía, la llevo a desarrollar todos los pasos, luego le dejo hacerlo a él la misma la actividad y lo superviso, esto es lo que llamamos enseñanza sin error, es decir una explicación, una muestra con un modelo, una guía física de un experto y por último la supervisión de la actividad por sí mismo.

¿Cuáles son las conductas del niño sobreprotegido como consecuencia de esta acción?


  • Miedo

  • Inseguridad

  • Dificultad para adaptarse a nuevas situaciones

  • No es servicial

  • Acostumbrado a que le hagan las cosas

  • Niños de su mismo rango de edad son más independientes

  • Solo realiza las actividades si alguien le ayuda

  • No le gusta esforzarse y esto lo pone de mal humor.

  • Solicita las cosas con mala actitud, ya sea gritando, llorando, etc.

  • Torpeza

  • No tiene iniciativa

  • Flojera

  • Demandante

  • Exigente

¿Cuáles son las conductas de los padres sobreprotectores?


  • Le realizan las actividades escolares

  • Si lo molestan otros niños, interfiere para defenderlo

  • Cuando comienza a llorar, inmediatamente
    responde dándole o solucionando lo que solicita.

  • Le da de comer, lo viste, baña, peina, etc.

  • No le permite que asista a salidas con compañeros
    de su edad por miedo a que le pase algo.

  • Revisa todo lo que hace.

  • Utiliza el miedo para protegerlo

  • Contesta por él

  • Se siento agobiado y exhausto al final del día

  • Su mayor y único interés son sus hijos.

  • Selecciona sus amistades

  • Ignora, tapa y justifica sus errores.

  • Nunca permite que otros adultos lo corrijan

  • Se siente culpable cuando no los ayuda

  • Cuanto mas necesita su hijo, mas feliz es

Tip:

Cuando nuestro hijo (a) nos solicite que hagamos algo por él, tenemos que preguntarnos


  • ¿A quien le corresponde, a él o a mí?

  • ¿Lo puedo hacer por si mismo?

  • ¿Es una excepción que le ayude o es una generalidad?



Porque si a él le corresponde, lo puede hacer y siempre lo ayudo o se lo hago… Mucho ojo!! Es una sobreprotección que ha terminado en una rutina, la cual tenemos que romper y apliquemos los pasos nuevamente de la enseñanza sin error, la cual es una explicación, una muestra con un modelo, una guía física de un experto y por último la supervisión de la actividad por si solo.


El punto mas importante de la enseñanza sin error, es que esto que el niño (a) aprendió lo trate de aplicar con cosas nuevas, y así el autologro se presentará y esto, será la prevención de uno de los problemas que afecta mas a los niños (as) con sobreprotección que es la depresión.

Fanny E. Franco Dávila

lunes, 7 de junio de 2010

Dislexia

01/Junio/2010

La Dislexia...


Ejemplo de una niña de 12 años de edad con disgrafía
es la dificultad de adquirir la lectura. Existen factores hereditarios que predisponen a padecerla. Sin embargo, existen otros factores que pueden estar implicados en el curso del trastorno como problemas en el parto, educación deficiente, problemas emocionales, etc. Estudios del ámbito neurológico han descubierto diferencias en el giro angular; (estructura cerebral situada en el lóbulo parietal del hemisferio cerebral izquierdo); entre sujetos disléxicos y grupos de control. Estudios similares han visto que existe un funcionamiento pobre de esta región cerebral.

Se reconocen dos tipos de dislexia, la adquirida es aquella que sobreviene tras una lesión cerebral concreta, mientras que la dislexia evolutiva es la que se presenta en pacientes que de forma inherente presentan dificultades para alcanzar una correcta destreza
lectora, sin una razón aparente que lo explique.

Es complejo diagnosticar dislexia antes del comienzo de la etapa escolar, a la edad de 3 a 5 años es importante observar cómo se encuentran los prerequisitos del aprendizaje de la lecto-escritura como es su coordinación fina, viso-motora, atención, concentración, lenguaje.

Muchos científicos han propuesto que la dislexia se debe a un problema en las zonas del cerebro relacionadas con el lenguaje. Sin embargo, cada vez hay más pruebas que apuntan a una explicación totalmente diferente; existen pruebas fisiológicas de que la dislexia se debe a un déficit sensorial.

Las personas disléxicas no consiguen descomponer las palabras en sus sonidos básicos y tienen problemas persistentes con el sistema fonológico del lenguaje, por ejemplo no distinguen entre el sonido de la B y la D.

También el papel que tiene el sentido de la vista en la dislexia fue ignorado, debido en gran medida a que los oftalmólogos no percibían ninguna diferencia entre los ojos de los buenos y los malos lectores.

Esto cambió, con el reciente descubrimiento de que el sistema visual de los seres humanos se compone de dos canales principales.

Uno de estos canales, el sistema magno celular, consta de células grandes que realizan procesos rápidos. El canal sirve para la percepción de movimientos, para la vista estereoscópica, para la percepción de profundidad y de contrastes bajos y para la
localización de objetos en el espacio.

El segundo canal, el sistema parvo celular, consta de células más pequeñas que realizan procesos más lentos. Está especializado en los colores, en las formas detalladas, en los contrastes altos y en las imágenes inmóviles.

Los nuevos descubrimientos podrían dar lugar al desarrollo de pruebas sencillas para identificar y hacer un diagnóstico precoz de la disléxica. En el tratamiento es fundamental incidir de manera preventiva; para aminorar el sufrimiento de las personas.

Para el desarrollo del tratamiento es necesario aumentar la conciencia fonológica utilizando materiales orales para crear rimas, derivar palabras, dividir palabras en sílabas, etc. y por otro mejorar la automatización de la mecánica lectora, es decir, es fundamental que el niño lea lo más posible como forma de mejorar sus habilidades.

Los profesionistas involucrados en su atención deben ser psicólogos especializados en trastornos de aprendizaje, terapistas en comunicación humana y terapeutas ocupacionales.



Lic. Alma G. Hérnandez M.