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Esta es una queja constante de un hermano refiriéndose a otro y puede causar serias discusiones entre los miembros de la familia. Es díficil como padres determinar quién fue el que comenzó, se suele regañar o castigar al que llega a la agresión pero es muy probable que el otro sea el que la haya provocado siendo esta también una conducta que se tiene que corregir.
Llamarles la atención en ocasiones es insuficiente, transmitirles que tienen que respetarse, tolerarse e incluso quererse parece no importar entre los hermanos esto ocasiona mucha frustración porque no es lo que los padres esperan; ellos siempre desearían que sus hijos fueran amables entre ellos pero se debe de aceptar que la hostilidad es algo normal en su interacción.
Las peleas entre hermanos suelen estar motivadas por el deseo de ser los más queridos, los mejor atendidos, obtener beneficios como el uso de computadora más tiempo, la recámara más grande, el uso del juguete nuevo, no querer compartir sus juguetes, ropa,etc.
Es importante que enseñemos a nuestros hijos estrategias para que aprendan a compartir, a expresar sus molestias de forma adecuada, esperar turnos, comprender lo que su hermano necesita y darle opciones para solucionar el problema.
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